Un algoritmo hará ahorrar a UPS más de 400 millones de dólares

El algoritmo de UPS elegirá él mismo la ruta para los repartidores de la compañía. Dentro de dos años cuando el programa Orion esté en marcha en todos los repartos de Estados Unidos y si los empelados siguen al pie de la letra la ruta marcada por el algoritmo, la empresa podrá llegar a ahorrar unos 400 millones de dólares.


En la actualidad, este sistema solo está implementado en menos del 50% de todas las rutas que realiza UPS dentro de los EEUU. Si todos los empleados hicieran caso a Orión y siguieran la ruta marcada, en un año la compañía podría ahorrar entre 45 y 55 millones de dólares.

El repartidor conoce la zona en la que está realizando su trabajo y es muy posible que quiera desviarse de la ruta marcada por el algoritmo ya que puede pensar que “como conozco el camino de toda la vida y se que por aquí llegaré antes no voy a hacerle caso a una máquina”. Pues bien, si un repartidor no sigue la ruta marcada por Orion al pie de la letra, deberá dar un argumento sólido.

 

Solo Orion es capaz de adaptarse a las necesidades del reparto de hoy en día

Con el comercio online en pleno apogeo, la mensajería urgente tiene unos grandes retos por delante sin perder de vista que hay que obtener beneficios. Por eso, en UPS llevan ya 10 años trabajando y entrenando a un algoritmo al que han llamado Orion y que es el gran pilar del futuro de la compañía, que se suma a otras medidas de ahorro como los camiones de reparto sin llaves, la colocación de cada paquete por orden de entrega dentro del camión o las rutas sin giros a la izquierda para ganar el máximo de tiempo posible en cada entrega.

Además, en 2011 UPS estrenó un nuevo servicio para sus clientes que les permitía modificar la hora en que querían que su paquete les fuera entregado. A día de hoy es una posibilidad que usan casi 13 millones de clientes. Esto significa que las rutas no son nada fijas y que son susceptibles de variar casi en tiempo real.

Al inicio del turno de un conductor, hoy en día existen dos opciones para la ruta a seguir. Por un lado, el método tradicional, basado en un orden preestablecido y que se ha ido afinando con los años, la experiencia y las reglas de la compañía. La otra opción es Orion, y es la que debe usar por defecto.
El algoritmo no se detiene nunca y va añadiendo hasta última hora los paquetes recién llegados y los cambios de las preferencias de entrega de cada cliente. Los datos de UPS, pese a lo que indican algunos conductores, resultan al final del día en menos kilómetros recorridos y tiempo empleado en las entregas, aunque a priori, en tiempo real, al conductor con experiencia le pueda parecer que es un error.

Para los creadores y defensores de Orion, el poder de procesamiento de este algoritmo no está al alcance de ningún conductor por mucha experiencia que posea en su ruta. Orion recoge los datos del destino de cada paquete, preferencias de entrega e historial de repartos anteriores (de cada paquete entregado queda recogido el dato de su salida del almacén y entrega efectiva), entre otros, conjuntando una serie de datos que ofrecen, para cada ruta individual de un paquete, hasta 200.000 posibles soluciones.

Un funcionamiento perfeccionado a base de entrenamiento con el conductor

Alcanzar un funcionamiento que resultara satisfactorio para los conductores y empresa no ha sido sencillo. En 2007 estuvo a punto de cancelarse el proyecto, pues el algoritmo priorizaba el ahorro y la eficiencia sobre la lógica y optimización en los repartos. Pero tras establecer una ruta ideal hecha por un humano como nuevo punto de partida, se logró crear un algoritmo en el que se tuviera en cuenta tanto la optimización de recursos como la consistencia de la ruta.

 

Esto era necesario porque, por ejemplo, el sistema podía interpretar que era más eficiente hacer un reparto menos urgente antes que uno de comida fresca que debía llegar a primera hora. Esa es una de las excepciones que se ha obligado a aprender a Orion, aunque el sistema no deja que sean ilimitadas.

Ese proceso de entrenamiento es laborioso. Un total de 700 entrenadores emplean una semana por ruta (hay 55.000 en todo EEUU) para, por este orden, reconocer el terreno y corregir errores de los mapas por satélite, conocer la ruta por su cuenta, acompañar al repartidor con experiencia por la zona y finalmente, corregir a Orion con datos de primera mano.

El futuro de Orion les dará todavía más poder sobre el conductor. Ahora mismo no está implementado que sea un sistema de guiado como el de un GPS, pero sí lo hará en el futuro, no ciñiéndose solo a indicar el siguiente punto de entrega al conductor. Además, podrá actualizar en tiempo real su planificación. Y qué decir cuando el coche autónomo sea una realidad. Orion es un gran candidato a conductor que no es conductor.

Fuente: Javier Penalva – Xakata